Opinión del Dr. Humberto Maturana Romesin sobre
la Universidad.
El Dr.
Humberto Maturana Romesin es un destacado biólogo chileno, filósofo de las
Ciencias que ha desarrollado
investigaciones sobre la biología del conocimiento, las emociones, y el lenguaje.
Es un académico, doctorado en la Universidad de Harvard, su trabajo científico lo
ha compartido con los estudiantes de la
Universidad de Chile.
En tiempos de crisis de la educación superior
ecuatoriana nada más orientador que los conceptos y definiciones que sobre la
Universidad hace el Dr. Maturana en su libro “El sentido de lo humano”. A través de ellos se puede observar toda la
riqueza moral de la que está dotada la
universidad y como este ámbito de reflexión y
acción debería modelar a sus integrantes en seres trascendentes que no solo
buscan la verdad técnica- científica sino que su voluntad y orientación debiera
fortalecerse en las necesidades y demandas de los colectivos humanos y en el
cuidado de la naturaleza.
Transcribo literalmente, para no perder ninguna idea del Dr. Maturana, los
10 puntos que considera como espacio de intenciones, deseos y propósitos que
definen el quehacer universitario, constituyen el espacio de acciones de todos
los miembros de la universidad, cualquiera que sea su papel en el ámbito de
dicho quehacer como gobernantes o gobernados.
1. La tarea de la universidad como ámbito de
convivencia, de acción y reflexión, es ampliar los espacios de acciones y
reflexiones de sus estudiantes, de modo que estos nunca pierdan de vista ni su
responsabilidad ética hacia la comunidad (país, nación) que hace posible su
existencia, ni su responsabilidad ecológica con respecto al dominio ambiental
en que esta se da. Esto es, el quehacer universitario es un quehacer social, no
un quehacer productivo o comercial.
2. La tarea de la universidad de cumple cuando
esta crea en la práctica cotidiana los espacios de acción y reflexión en que
sus alumnos deben vivir para adquirir la experiencia formadora que ofrece. Esto
es, el quehacer universitario no se cumple si la universidad no dispone de las
condiciones materiales y académicas que hacen posible crear dichos espacios de
acción y reflexión.
3. La universidad se realiza como institución
en la medida en que sus miembros académicos viven en la práctica cotidiana de
su quehacer como tales los espacios de acción y reflexión que ellos ofrecen a
sus estudiantes. Esto es, la universidad no se realiza como tal si no ofrece a
sus académicos las condiciones materiales e intelectuales para practicar lo que
ensenan, con dominio en la acción y reflexión.
4. La universidad se realiza como universidad
en la medida en que cada uno de sus miembros académicos practica en su vida
cotidiana la continua ampliación de su capacidad de acción y reflexión en los
dominios de acción y reflexión que ensena. Esto es, la universidad no se
realiza como tal si no ofrece a sus académicos en su quehacer cotidiano como
tales las condiciones materiales e intelectuales bajo las cuales pueden
practicar lo que ensenan de hecho como un ámbito de acción y reflexión abierta
a la continua transformación de la acción mediante la reflexión.
5. La universidad adquiere su legitimidad como
institución que de hecho sirve al país a que pertenece, en la medida que está
abierta para todos los habitantes de este como una oportunidad siempre
presente, y en la medida en que estos de hecho tienen la posibilidad de
satisfacer todas las condiciones que el acceso a ella requiere. Esto es, la
universidad no se realiza como tal y carece de legitimidad institucional, si no
se inserta en una comunidad social que responsablemente se hace cargo de todo
lo que ella implica realizando todas las acciones que hacen posible su
existencia.
6. La universidad como institución social,
constitutivamente, no es un instrumento al servicio de una política económica o
productiva. La universidad es un espacio social generador de una experiencia de
convivencia capaz de ampliar en los miembros de la comunidad social en que se
inserta la conciencia de que las tareas productivas están al servicio de la
comunidad social en que se dan y, por lo tanto, de la conservación de las
condiciones ambientales que hacen posible su existencia y no al revés. Esto es,
la universidad desaparece como tal cuando deja de cumplir su labor generadora de
capacidad reflexiva y de conciencia de responsabilidad social y ecológica.
7. La universidad no es un centro de enseñanza
donde se aprende una profesión como mera práctica. La universidad como
institución docente es un espacio social en el que los miembros de la comunidad
social que la hace posible adquieren dominio profesional con capacidad
reflexiva sobre su quehacer, a la vez que conciencia de responsabilidad social,
ética y ecológica en ese quehacer , cualquiera que sea el dominio de acciones
en que este se de. Esto es, la universidad desaparece como tal si su enseñanza
profesional no se da de modo que el conocimiento técnico, científico,
artístico, histórico o político se adquiera junto con la práctica de la
reflexión que permite la acción profesional responsable desde un operar con
conciencia social, ética y ecológica.
8. El cumplimiento de la tarea universitaria no
se ve en un rendimiento productivo, sino en el dominio o señorío en la acción,
en la reflexión y en la responsabilidad social o ecológica que sus estudiantes
adquieren en los distintos campos del hacer que las enseñanzas de esta incluye.
Esto es la universidad deja de cumplir su tarea cuando sus estudiantes no
adquieren capacidad de acción y reflexión responsable apropiada para los
distintos dominios del quehacer técnico, científico, artístico, en los ámbitos
sociales y ecológicos que esos distintos quehaceres implican.
9. La universidad no es una empresa comercial,
sino un espacio social que existe solo en la medida en que la comunidad en que
se inserta la crea así a través de las acciones de sus miembros. Esto es la
Universidad desaparece cuando la comunidad en que se inserta no se hace
responsable de la satisfacción de las condiciones materiales, éticas y
ecológicas que la hacen posible.
10. La universidad como toda institución,
existe solo en las conversaciones que la constituyen; por esto, una institución
que no satisface las condiciones anteriores a través de las acciones y deseos
de sus miembros y de los miembros de la comunidad en que se inserta, no es una
universidad. Esto es, la universidad es universidad solamente en la realización
de las acciones e intenciones que la constituyen, enumeradas previamente.
Referencia: Maturana, H. R. El sentido de lo humano, J.C. Sáenz,
editor. Santiago de Chile, 1997, pág. 224-226.
Dr. Cesar Bravo
Bermeo 23. 03.13 Buenos Aires, Arg.
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