lunes, 26 de enero de 2015

Universidad de Guayaquil: Calificación D e Intervención

Universidad de Guayaquil: Calificación D e Intervención

Si me consultaran cuál sería el término más próximo  para denotar el abandono de la educación en el Ecuadoren las últimas décadas, no vacilaría en responder: ¡total! en todos sus niveles. ¿Qué hubo detrás de esta situación? Un Estado desinstitucionalizado por una partidocracia dominante en búsqueda incansable e insaciable del poder. Las múltiples agrupaciones políticas aspirando a tener el gobierno o cogobierno del debilitado sistema democrático ecuatoriano del que deriva  el quehacer público. Todas, por la vía que hubiere ocurrido, legal o ilegalmente, por elección popular o por golpe de Estado, tenían como objetivo los dorados ministerios, curules o sillas de jueces para sus miembros más prestantes. No hay mejor imagen descriptiva de este período que la camioneta de 1997  ni mejor expresión que la del  par ¡nadie se me baja de la camioneta! Estulticia politiquera….mientras… el pueblo olvidado, útil al momento de empujarla, para eso nada más.
Las mismas caras, intenciones y demagogias. Si pocos de los ofrecimientos se hubieran cumplido por los psicópatas de poder y de dinero  buena parte de la población pobre del Ecuador hoy tuviera mejores condiciones de vida. Se festinaron los recursos naturales y saquearon las arcas públicas. Nadie inventó ni patentó nada pero los ricos fueron en aumento, por coincidencia, muchos  de ellos en algún momento estuvieron adheridos a la veta del sacro tesoro nacional del que se apropiaron inescrupulosamente. Perlas: un presidente cuyo primer decreto fue subirse el sueldo; un sacerdote que hizo de las aduanas su paraíso; un hijo de la fortuna que despertó millonario en el mismo lugar del cura. Las estadísticas hablan, la brecha entre los pobres y los ricos se amplió, la clase media disminuyó, la extrema pobreza se incrementó.  Más gente con necesidades básicas insatisfechas, mayor número de habitantes y la misma dotación de recursos físicos y humanos en áreas hipersensibles: salud y educación.
En este punto reflexiono sobre la educación superior y considero: la Universidad de Guayaquil (UG) es consecuencia del desgobierno y corrupción señalados  previamente- premisa válida para el que debiera ser Sistema de Educación Superior-, haciendo un antes y después del gobierno de la Revolución Ciudadana. La UG tenía un largo trayecto de abandono total que la condujo al sitial con calificación D que penosamente ocupa ahora. Aislada, con independencia de la autoridad gubernamental, sin ente de control que la  direccione y corrija ni  lazos con la sociedad que la provee y a la que se debe.  Su accionar de líneas divergentes antes que la figura geométrica ideal. La UG fue fiel reflejo de la inestabilidad política, social y económica que asolaron a la nación. Con una tergiversada autonomía, autoridades complacientes y no pocas veces cómplices se convirtió en casa de nadie, no se rendían cuentas, todos exentos de culpa, en términos económicos se dejó hacer y se dejó pasar.
Sobre la calificación  si bien al interior de la UG algunos piensan que es injusta, en lo personal considero que  la letra corresponde a la realidad y así lo  demostraría una investigación de abordaje cualitativo. Con relación a la Intervención sobraban las razones para iniciarla y tardía su ejecución. Pienso también que la comunidad universitaria esperaba más de la Comisión Interventora (CI), su mayor debilidad la falta de comunicación. A la vista obras inconclusas o maquilladas. Acertada la designación de Rector.  Aconsejable que el CES le encargue al Consejo Universitario realizar una evaluación del grado de satisfacción de los docentes con el trabajo realizado por la CI. Prontas elecciones. Feliz 2015.


Dr. Cesar Bravo Bermeo

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