CONSEJO DEL DR. CESAR BRAVO BERMEO A JOVEN ASPIRANTE A INGRESAR A LA FACULTAD DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

Para un testimonio un consejo                                                                                                                                      Con mucho respeto para la bachiller, Srta. (a) Johana Loachamin, que valientemente, e infiero, de manera sincera escribe, en la sección Lectores de diario El Universo del domingo 1 de abril, no estar de acuerdo con el nuevo sistema de ingreso a la Universidad, para lo cual, como ejemplo, cita los detalles de su situación personal. Entiendo que, por no ser todavía universitaria, no alcanza a comprender el significado de la Universidad, de su importancia, trascendencia y del papel que le toca desempeñar en la formación del capital humano de los pueblos y en la estructuración de las sociedades de la que es pilar fundamental. Su exposición sirve para diferenciar los conceptos actitud y aptitud. En palabras simples, actitud es disposición anímica; aptitud es competencia. De aplicar la diferencia a lo expuesto por la mencionada bachiller, se establece que ella tiene una gran actitud, pero una aptitud de menor grado. En la Universidad se requieren ambas cualidades. No puede convertirse en, orgulloso y privilegiado estudiante universitario, una persona con carencia o déficit de una de ellas. Los estudios universitarios demandan esfuerzo, afán, perseverancia; también destrezas y habilidades. Aprovecho la oportunidad que brinda la Srta. (a) Loachamin para darle un consejo extensivo a todos los bachilleres del país que, por el bien de la nación, han aceptado las evaluaciones previas a su ingreso a la Universidad: mantener firme su aspiración y no desmayar en la búsqueda apasionante de la verdad.                                                                                                                 Dr. Cesar Bravo Bermeo                                                                    Becario de la Senescyt

   1. Abril.2012